miércoles, 4 de febrero de 2015

LOS ESCONDITES DE LA MEMORIA




Uno, dos, tres, cuatro............y diez. ¡ ya voooooyyyyyyy!.

 Hace algunos años, mi padre fue invitado..o mas bien obligado a jugar  al escondite  por su memoria. Así me lo explico entonces.

-¿Que haces papa contando con los ojos cerrados?
Estaba sentado en la mesa del salón  con un libro de ilustraciones abierto, le apasionaba ese tema.
-Resulta que mi memoria empieza a revelarse y tiene el capricho de jugar conmigo al escondite.
-¿ Y como sabes eso?-, le pregunte sentándome a su lado?
-Me he dado cuenta que no reconozco algunos colores.
Le mire sin mirarle, ahora  que lo pensaba si que es verdad que de un tiempo a esta parte se había vuelto mas olvidadizo y despistado
-¿Quieres que la busquemos juntos?. Le dije  cogiéndole la mano
-¿Si tienes un ratio si, será mas divertido?
Empecé señalándole colores de las ilustraciones del libro, hasta que llegamos a uno que no reconoció.
-Este es....es....
-Papa, ¿de que color son los plátanos?.
-Amarillos-. Contestó sin vacilar mientras sonreía.
-Pues ese es este color.

Desde ese momento, empezamos nosotros a jugar con " sus memorias" , como a el le gustaba llamarlas.
Un día tocaba la memoria de la comida, recordar alimentos, pero los subdividíamos en carne, pescado, lácteos.
Otro  la memoria de las sensaciones , la de los muebles de la casa, ¿donde va la cama, el horno, los utensilios de cocina...?
Un día llegue a su casa , como todos los días y lo encontré sentado en la cama, con el pijama puesto, ya era medio día, no se el tiempo que llevaría así, algo que no había podido conseguir es convencerlo para llevarme a mi casa. Me apoye en el quicio de la puerta, suspire profundamente y me senté a su lado . -Hola papa., hoy estamos perezosos, vamos a asearnos , el día esta estupendo , nos vamos a pasear.
Se dejo llevar, empezó a reaccionar , se lavo la cara , y cogiendo  el peine se dijo mientras miraba su rostro en el espejo: -¿donde te pongo hoy la raya?.  Los dos empezamos a reírnos .
Otro día hicimos hincapié en la atención. -Papa, vamos a jugar a hacer mímica, voy a hacer una escena, pon mucha atención que luego vas a repetirla tu. Después te vas a inventar otra y la tendré que repetir yo, me tienes que decir si lo hice igual que tu y si no es así, en que me equivoque.
Otra vez en la memoria a corto plazo. -A ver, ¿que he hecho hoy al levantarme?, he mirado por la ventana y he ido al baño . ¿que has hecho tu?.
Antes de llevarlo por fin a casa  hicimos otro trabajo, al principio salio casi todo .Vamos a jugar a las notitas, tu haces una , yo otra y las pegamos con celo en su sitio, "apagar el gas", y lo pegamos en la caldera, te toca,  "cerrar la puerta con llave, pero no dejarla puesta ", muy bien le dije mientras la pegamos en la puerta de entrada., así muchas notitas por toda la casa, pero llego un momento en que cada vez hacia menos caso a las notas y fue cuando conseguí convencerlo de que estaría mejor con nosotros y que tendríamos mas tiempo para hablar y compartir.
Toda la familia jugamos con "sus memorias", incluso con sus cambios de humor.
Muchas veces pensé que las fuerzas me abandonaban, entonces me preguntaba :¿y cuando sus fuerzas le abandonen a el?.
Pasaban los días en los cuales "sus memorias" se relajaban y dejaban de jugar, pero esos momentos cada vez eran mas cortos, mas esporádicos y alejados en el tiempo.
Ahora, el ha dejado de jugar, pero yo sigo haciéndolo pero no estoy solo por que su memoria afectiva nunca lo ha abandonado. Seguimos viendo fotografías juntos, escuchamos su música preferida, intento que no perciba mi frustración y desanimo cuando no me reconoce. No dejo de besarle, abrazarle, por que el amor es el único lazo que nos mantendrá unidos .
-Un...dos....tres...y diez...papa ya voy.

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