jueves, 21 de febrero de 2013

MUJER DE INVIERNO.



Broto y crezco en este tiempo frió.
Los pétalos de mis flores combinan auroras de colores.
Los murmullos de mis sueños se hacen sonidos en ecos de cristal.
Me deslizo entre las gotas creando bailes de glacial armonía.
Y me siento viva ..en libertad.
Despiertan todos mis sentidos envueltos en el frescor del bienestar.
Renazco sintiendo la caricia del cielo gris.
Y vuelvo a resurgir  con la luz invernal
para contemplar la belleza fría
desde las húmedas nubes
que me hacen sentir en el hogar.

lunes, 18 de febrero de 2013

MI AMIGO.



Adiós, noble caballero
Adiós amigo de tus amigos
Adiós, sonrisa perpetua, simpatía respirable.
Adiós trabajador incansable.
Adiós acogedora mano.
Adiós bondad palpitante..
Adiós compañero de momentos inolvidables.
En mi recuerdo ..todo
En mi corazón..gracias.
Y tu esencia en cada esquina
Que suerte haberte conocido.

domingo, 17 de febrero de 2013

MI JARDIN SECRETO



Guardare en secreto mis otros amores, aquellos que no se entienden, que chocan contra paredes en corazones llenos de costumbres.
Guardare en secreto mis otros sentimientos, esos que salen como cascadas de ilusiones, queriendo llegar..sin llegar a llegar por que en su camino tropiezan con muros de realidad.
Guardare en secreto mis otras emociones, esas que desde mi niñez me empeño en conservar, esas que la razón quiere  devastar  arrastrada por la obviedad.
Guardare en secreto, bajo llave y en silencio todo aquello que quiero dar y que por mas que me empeñe , siempre regresa sin que los haya  rozado..aunque nunca llegue a entender por que al crecer  se tiene que cambiar, por que solo en mi recuerdo puedo conservar ese cariño familiar
y abrazare todo esto que tengo , y lo guardare para mi, por que no se puede desperdiciar lo que el alma quiere dar.

MIS VENTANAS...



Mis ventanas....
siempre abiertas, aunque haya momentos en los que no aprecie el paisaje,
aunque mis ojos despiertos se hayan perdido en la oscuridad mas infinita.
Pero desde todas mis ventanas se ven preciosos colores, se escuchan bellos sonidos, los aromas son intensos, y se aprecian las mas minúsculas vidas.
Por eso y a pesar de todo las mantengo abiertas.
Y si el viento taciturno y melancólico conspira para cerrarlas..antes de que me de cuenta su mano ya las ha abierto.

jueves, 7 de febrero de 2013

LA VOZ DE LA TIMIDEZ



 Belsi (diminutivo de Belisa ), era una preciosa niña de largos cabellos negros y serenos ojos rasgados color aceituna . No era consciente de la grandeza de su persona porque su timidez se lo impedía . TenÍa una gran pasión, los libros. Vivía rodeada de ellos, hasta tal punto que no se podía ver otra cosa en su habitación, todo estaba debajo de montañitas de libros de diferentes colores, tamaños y encuadernaciones. Podía leer en cualquier sitio, pero su preferido de los preferidos era un rincón lleno de flores preciosas que había encontrado por casualidad , un día en el que envuelta en sus pensamientos llego por un sendero cubierto de hojas que salía por el lado derecho de la biblioteca, algo extraño pues nunca se había percatado de él. Sea como fuere, sus piececitos llegaron al lugar y al momento sintió una sensación de bienestar , como si ese hogar le perteneciera, si, así lo sentía, su pequeño hogar. Se sentaba entre las flores , con cuidado de no hacerlo sobre ninguna, las miraba durante un rato y abriendo su libro leía y leía hasta el anochecer. Eso llevaba haciendo mucho tiempo.
Belsi se dispuso ha hacerlo una vez mas y por un instante notó un leve y suave roce en su tobillo. Miró sobresalta por si se trataba de algún travieso insecto. Algo se movió pero no acertó a ver de que se trataba. Dejó el libro y se miró el tobillo, un aroma delicado se desprendía de él.. Se puso de rodillas y comenzó a mirar de cerca el suelo, tocando con su naricilla los pétalos de la flores. Una risita minúscula resonó en su oreja.
¡Ay!, jijijiji, me haces cosquillas.
Del sobresalto,Belsi cayó de espaldas. Se frotó los ojos y...
-Con el cuidado que hemos tenido siempre de que no se diera cuenta y mira, todo este tiempo al garete.
No podía dar crédito a lo que estaba viendo, unas florecillas tenían las hojas en jarras sobre sus tallos y miraban a otra flor que agachaba su corola en señal de arrepentimiento..
-Lo siento...pero es que era tan bonito lo que estaba leyendo que me dejé llevar por la emoción y un pétalo cayo rendido y rozó su tobillo.
-Pues ahora seguro que ya no vuelve..¿y que será de nosotras?..snif snif..no podemos vivir sin su voz, sin esas preciosas historias ,
Belsi contemplaba la escena sin querer créesela, pero había leído tanto sobre las maravillas del mundo no establecido que empezó a sentirse dentro de él, como otra Alicia. Cuando las flores se dieron cuenta de que una sonrisa las contemplaba se giraron todas e hicieron una reverencia floral a la niña., a la que ella respondió.
-Lamentamos haberte asustado, quisiéramos que siguieses viniendo a leernos, desde que lo haces estamos mas felices, nuestros colores se han avivado y las fragancias llegan más allá de este prado.
-Pero ¿cómo podéis oírme?, nunca leo en voz alta.
Belsi desprendía dulzura por los cuatro costados, todas las flores suspiraron envueltas en esa dulzura.
-Podemos oírte por que es la voz de tu timidez, es una voz especial , insonora para todo ser insensible.
-¿la timidez se puede escuchar?.
-Y sentir,- contestó una amapola de color rojo intenso, es una suave melodía de emociones escondidas .
La niña se quedo pensando...-La verdad que nunca lo hubiese imaginado, ya no me siento tan escondida , no os preocupéis, no dejaré de venir, me gusta mi timidez y me gustáis vosotras.
El pequeño prado se fue convirtiendo en un hermoso jardín natural , y de todos los lugares fueron llegando flores de las mas raras especies, deseando escuchar la mágica timidez de Belsi.
Y colorín colorado, otra nueva flor ha llegado.

AHÍ ESTOY











Búscame en la caída de una hoja, en el frío de la nieve.
Búscame, en el aroma de un libro, en la magia de un sueño.
Búscame en la tormenta de una ola, en el color de las flores.
Búscame, en el murmullo del silencio, en las cuerdas de un violín.
Búscame , en la grandeza de los animales, en el crepitar de una llama.
Búscame en la serenidad de la contemplación, en la melodía de una caracola.
Búscame en la ternura de la pequeñez, en los dibujos de las nubes.
Búscame en la danza de las aves, en la transparencia de la gota de lluvia.
Búscame en el incesante caudal del río, en la inmensidad de un garabato.
Búscame en la edad de los árboles, en el frescor del rocío.
Búscame en el grito de la injusticia, en la verdad de una mirada.
Búscame en la curiosidad del niño, en la fragilidad de un suspiro.
Búscame en el caótico equilibrio de razón y corazón.
Búscame en compañía del loco ya que compartimos la misma cordura.
Búscame en el vertiginoso paso del caracol, en la somnolencia de un despertar.
Búscame en la algarabía de las luciérnagas, en la realidad del amanecer.
Búscame en las leyendas antiguas que aún quedan por contar.
Búscame en tu palpitar.

REGRESAR DEL SILENCIO.



Si me miras y no me encuentras, espera...
Pero no dejes de mirarme, que aunque este perdida en los mas profundos rincones de mis silencios, tus ojos serán la brújula que me guiara para volver a ti y a mi.

martes, 5 de febrero de 2013

LO IMPOSIBLE.



No se puede apagar el viento
No se pueden contar las estrellas
No se puede silenciar el silencio
No se puede olvidar un recuerdo.
No se puede llenar el vació ni atrapar el infinito.
No se puede no soñar un sueño.
No se puede esconder el universo.
Como tampoco mis ojos dejaran de ver lo imperceptible, ni se podrá contener la avalancha de mis sentimientos.



Vivo en una nube, pero de vez en cuando bajo a la tierra para que no sospechen

lunes, 4 de febrero de 2013

ESTACIÓN DE RECUERDOS.



En su ausencia, dormía con su madre. Esas noches siempre eran festivas para ella. Como aun era pequeña y tenía que madrugar para ir al colegio, su madre la mandaba temprano a dormir. No le importaba entrar sólita en la fría grandeza de la cama. Por muy dormida que estuviese, la sentía llegar ,disfrutando de cada movimiento: quitarse la ropa y dejarla en el taburete de color miel , ponerse el camisón y deslizarse dentro de las sabanas, todo ello con movimientos tan ligeros y silenciosos que solo ella desde su oscuridad somnolienta podía percibir. Y por fin el esperado beso en la frente, casi un roce que no termina de llegar, mientras en su pequeña carita se dibujaba la sonrisa del bienestar, la antesala de una placida noche que solo se veía interrumpida cuando sus pequeños pies buscaban los de la maravillosa persona que le había dado la vida, hasta encontrarlos y volver a la tranquilidad del sueño .

Y siempre llegaba esa madrugada en la que a lo lejos escuchaba su nombre y poco a poco lo oía mas cercano hasta que un calor húmedo le rozaba la oreja : “ Hija ya he vuelto”. Medio despierta sentía como los grandes brazos de su padre la transportaban, como si de una hoja se tratase ,a su camita.

Su padre , solía pasar muchos días fuera de casa, era maquinista de tren. Cuando regresaba a casa, a ella le encantaba sacar las merenderas de aluminio de la cartera negra y descubrir si se lo había comido todo, ver cuantas servilletas de papel de la cafetería del tren había traído, pero sobre todo, encontrarse con las sorpresas: lenguas de gato, chocolate del gordo, zarzaparrilla, sus mariquitinas. Adoraba pasar el rato con aquellas muñecas recorta bles, cambiando vestidos, zapatos, sombreros, inventándose historias con ellas. Casi nadie sabia que participó de esos juegos hasta pasada la adolescencia, y al hacerlo se sintió como una traidora, solo por que “ ya no tenia edad para esas cosas”... que estupidez.

Al día siguiente de los regresos de su padre, después de comer, esperaba junto a sus hermanos que empezase a contar las anécdotas de sus jornadas, las charlas con los jefes de estación, cuantos conejos había visto saltar por los carriles, el arreglo de la catenaria (una de sus palabras favoritas era catenaria; qué bien le sonaba...), cada cuanto tiempo tenía que responder al “dispositivo de hombre muerto”. No se cansaba de escucharlo, incluso cuando empezaba a hablar de válvulas,frenos hidráulicos, voltajes, etc. apoyaba su cabeza en los puños cerrados de sus manos y así pasaba la tarde.

Le gustaba decir que prácticamente había nacido en un tren. Desde que tenía uso de razón se recordaba viajando, corriendo por los pasillos de los vagones para llegar primero al que tenían que ocupar y coger el sitio de la ventanilla antes que sus hermanos. Esos asientos de terciopelo, con las paredes de madera,y los estantes sobre los asientos para dejar el equipaje. También quería llevar los billetes de todos para dárselos a revisor, ese personaje tan especial, con su traje azul marino y su gorra. Pasaba todo el viaje pegada a la ventanilla y solo se alejaba de ella cuando su madre sacaba los bocadillos, o las medias noches con nocilla.. ¡Uf!, y cuando coincidía que viajaban en el tren que su padre conducía, no había nadie que no se enterase. A todas las personas que encontraba por los pasillos les decía: “ ¿ A que no se mueve el tren?. Claro, lo conduce mi padre”. Esos si que eran viajes.

Amaba todo lo relacionado con el tren: sus olores, sus sonidos, las estaciones, con sus kioscos de prensa , visita obligada antes de partir para comprar sus tebeos de mortadelo y filemon, o purita; sus ventanillas de billetes donde podía contemplar el tiempo que hiciese falta las diferentes personas que ocupaban las filas; los pasos a nivel, los andenes, en los que se recibían o despedían familiares y amigos; el reloj, ese magnifico objeto unido a a la pared por medio de unas cenefas de forja de hierro, y sus grandes números, que hacían que su corazón rebotara cada vez que sus manecillas se movían aproximándose a la hora donde daría comienzo su viaje, siempre mágico y diferente. Y ese momento tan especial, el de bajarse del tren. Su padre le había enseñado como hacerlo. Al llegar a la puerta de salida se giraba dándole la espalda y bajaba mirando hacia el interior. “Así se ha de bajar hija, es la manera segura.”. Y desde entonces , cuando estaba en la estación y un tren llegaba, esperaba ansiosa que el maquinista se apease , y contemplaba con emoción como todos lo hacían igual que su padre. Lo admiraba, no podía disimularlo, había empezado de fogonero , con maquinas de carbón , y había llegado a ser uno de los mejores maquinistas de primera. Entendía el amor y la pasión que su padre sentía por su profesión, y se lo había trasmitido.

Pero tenia una pequeña espinita clavada. Uno de sus grandes deseos era viajar en la máquina , junto a él. Sus hermanos ya habían disfrutado de ese privilegio. Ella se tuvo que conformar con un corto , cortísimo trayecto en un cambio de vías, a penas unos minutos, pero suficiente para no querer salir de allí. Ese trocito de universo la había subyugado para siempre y ver a su padre haciendo lo que tantas veces le había contado... “¿Papá cuando me tocara a mi?”, solía repetir . “ La próxima vez”. La próxima vez, siempre la próxima vez.. Ha pasado el tiempo, mucho tiempo, y la espinita, cuando el recuerdo la toca, vuelve a doler, porque esa niña sigue esperando su viaje en la maquina del tren.

sábado, 2 de febrero de 2013



Mi lugar preferido, tu pecho.

TIERA ASTUR



CALMAS MIS IRAS..TEMPLAS MI ALMA, TU HUMEDA TIERRA ES EL COLCHON SORE EL QUE MIS PIES CAMINAN SIN CANSARSE, TUS ESCALONADOS PERFILES DAN VIDA A MIS OJOS, TUS AROMAS LOS RESPIRO LLENANDOME DE FRESCURA, TUS SONIDOS MELODIOSOS ME MECEN EN EL SOSIEGO...ENGRANDECES TODOS MIS SENTIDOS..EL PALPITAR DE LA VIDA QUE LLEVAS DENTRO ME INVITA A CAMINARTE EN CUALQUIER MOMENTO.