AGUA
Y
la vida vive... en cada movimiento que tu transparencia dibuja. En el
sonido de cada estado en el que te encuentras, en el murmullo del
arroyo acunando sus riberas. En lo que escondes tras las cortinas
blancas de tus cascadas. En el frescor del rocío anunciando la
mañana que se acerca. En el aplauso de la lluvia agradecida por el
baile de aromas renacidos.
AIRE
Y
la vida vive... en danzante y armonioso viaje, creando sonidos por
donde pasas.. Armónicos balanceros de hojas. Produciendo sensaciones
según las caricias de tu brisa o ráfagas de tus tormentas.
Sosegando con la calidez de tu aliento sereno, agitándolo todo con
tus corrientes frías. Pero siempre invitando a bailar mientras suena
tu invisible melodía.
TIERRA
Y
la vida vive... en la fecundidad de tus entrañas, en el
agradecimiento de todo lo que en ti renace. En la fragilidad de de
cada flor, en el color de tus campos, en la altiva grandeza de tus
montañas. En la ambigua danza de tu enérgica feminidad. En el
latido de tu sabiduría, tan profundo como raíces de vid.
FUEGO
Y
la vida vive.. en el crepitar de tus llamas. En la magia ancestral de
tus hogueras. En la rotunda fuerza con la que forjas y cambias
formas. En el calor danzante al iluminarlo todo. En el caos
descontrolado de tus brasas. En tus enigmáticas formas cuando
respiras.
LOS
CUATRO ELEMENTO Y LA DANZA
Y
la vida vive... en un orden natural, en un equilibrio de ceremoniales
giros. Como en una coreografía, donde se mezclan la pasión del
fuego, la volátil agilidad del aire, la fuerza de la tierra y la
fresca imaginación del agua. y cuando la inspiración los junta
crean la danza de la vida.
Gracias, preciosas palabras,las utilizaré para inspirar en un taller de danza expresiva.
ResponderEliminarBello e inspirador
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