A través de unas enormes gafas , sus ojillos disfrutaban viendo películas que se desarrollaban en lugares verdes, montañosos, al igual que dibujos animados.
" La Casa de la pradera". "Heidi"..Mas tarde su adorada "Ana de las tejas verdes". Esa Maureen O´Hara en " El hombre tranquilo" , correteando descalza por esos bosques, su casita de madera rodeada de campos verdes ...
Cualquier película, serie o dibujos en los que se representara la vida en un pueblo, en la montaña, donde hubiesen animales le fascinaba.
Empezó a leer sobre la vida rural, a tener conciencia de que lo bucólico no es el todo . Las dificultades de la vida en los pueblos hace años ( y no tantos) .
El aislamiento por la orografía, la falta de todo. La lucha por lo mas básico.
Pero seguía siendo la protagonista de esas historias en la montaña, en pequeños pueblos donde por mal que fuesen las cosas todos los vecinos estaban a una. Donde las disputas se arreglaban ..casi siempre compartiendo un orujo y si no un cacho de queso..lo que hubiese.
Donde los niños correteaban sin importar las manchas , la lluvia, el sudor.
En su caminar por la vida coincidió con otra persona que buscaba lo mismo..y decidieron buscar juntos.
Encontraron un sitio que se parecía mucho a lo que anhelaban, durante un tiempo se instalaron en esa villa , conocieron personas buenas, acogedoras, amigos...pero no dejaron de buscar lo que verdaderamente les hiciese sentirse del todo bien.
Nunca perdían la esperanza y soñaban juntos el mismo sueño. Tanto soñaron y tanto buscaron que un día...de repente..unas letras en un anuncio les sacudió el corazón.
Una casa, un pueblo alto, pequeñito....
Me saltaré todo el lió, las incertidumbres de otro cambio..
Solo se que ahí están , felices, rodeados de todo lo que les gusta, tranquilidad, montes, valles, silencios llenos del lenguaje de la naturaleza mezclándose con cencerros y ladridos madrugadores.
El olor tan deseado de leña quemándose en cocinas y chimeneas que solo disfrutaban cuando se quedaban alojados en casas rurales por vacaciones...y esa sensación de volver del monte y meterse en casa siguiendo en el monte....
Sus vecinos..que contentos están con sus vecinos, son como una pequeña familia que desde el primer día aunque con el recelo normal de a ver quien se iba a instalar en su pueblo, los acogieron
con cariño..si cariño por que así lo sintieron nuestros protagonistas.
El tiempo en ese maravilloso lugar se ralentiza de manera prodigiosa, todo es calma, no hay prisas. Ella se acostumbró a si salía a tirar la basura o a comprar el pan cuando el panadero subía tocando su alegre claxon para avisar que llegaba , a apagar el fuego si tenia la comida haciéndose, por que no sabia cuanto tiempo tardaría en volver a entrar en casa. Encontrarse con un vecino era una delicia, conversar tranquilamente...y cuanto se aprende escuchando.
Acaban de empezar su vida donde querían. Aprenden poco a poco como trabajar la tierra aconsejados por sus vecinos, deseosos de sembrar su huerto en primavera.
Quieren participar de sus tradiciones y costumbres, la matanza, recoger la hierva, ir a la leña.
Tomar un café en casa de alguien se convierte en una cena y si se descuidan en un desayuno, por que están taaaan a gusto
Cada día es diferente, el paisaje cambia por momentos, la luz lo transforma todo, el olor que lleva y trae el viento.
Por las noches en el salón junto a la chimenea escuchan como el aire quiere entrar para participar de su compañía, los saluda sabiendo que ellos están agradecidos de escucharlo..cuantas veces se habían imaginado esa escena,..el fuego en la chimenea..el viento cantándoles fuera. Os aseguro, ya que puedo presumir de conocerlos bien ,que su emoción es tan sincera como las miradas que se regalan mutuamente.
El despertar diario va seguido de una sonrisa por que lo primero que ven es el cielo desde su ventana, es imposible levantarse de mal humor.
Esto acaba de empezar , hay mucho mucho que tiene que pasar, en cada estación, en cada día a día y me han prometido seguir compartiéndolo con vosotros a través de mi. Hoy me ha dicho ella casi con lagrimas en los ojos que va a ver el parto de una vaca, madre mía ..con lo que le gustan las vacas, la van a avisar sea la hora que sea , así se lo ha dicho al vecino : -¿ aunque sean las tres de la mañana ? -Aunque me tenga que quedar toda la noche esperando. Le ha dicho.
Ella teme que la pasión con lo que lo vive todo os pueda parecer exagerado o irreal lo que cuenta, pero así lo vive y lo siente y así quiere transmitirlo, si vosotros queréis por supuesto seguir leyendo sus quehaceres paisaniles como los llama con todo cariño.
