jueves, 28 de enero de 2016

LA COLINA Y EL MAR




Hay historias que se inventan para ser narradas,
hay historias que se crean ellas mismas..por que están vivas. Y esta historia....esta...

El estaba enamorado de su lozano color esmeralda, brillante y vivo.
En su loma la hierba efectuaba los bailes mas sensuales movida por la revoltosa brisa.
Ella suspiraba por el bravo ritmo de sus olas, los vaivenes de las mareas nada tenían que ver con la luna o el sol , pero eso solo ellos lo sabían.
Desde siempre ella había agrdecido su fría y húmeda caricia en su pedestal sintiéndose parte de el.
De vez en cuando la tristeza les llegaba como un azote salado por no poder abrazarse del todo y el haciendo esfuerzos a contracorriente hacia emerger arrecifes de brillantes corales en ofrenda a su amada. Ella en agradecimiento respiraba con tal profundidad que hacia renacer margaritas blancas y amarillas, produciendo una enigmática sensación de colorida alegría.
En los días de niebla, cuando no podían verse conjuraban al su amigo el viento para que el pudiese batir con fuerza sus olas, produciéndose un blanco rugido de armónica ternura y para que ella pudiese desprender briznas de hierba que cayesen sobre su amado como una caricia de terciopelo.
Les gustaba jugar , ella con sus saltamontes y el con sus peces voladores a ver quien saltaba mas alto.
Después de la lluvia esperaban ansiosos la aparición del arcoiris por que así se sentían mas unidos..si eso podía ser posible , ya que un extremo tocaba el verdor de ella y el otro se hundía en el plateado cristal de el.

Estando en uno de sus muchos ensimismamientos compartidos escucharon un ruido irreconocible, desagradable. En ese mismo momento ella comenzó a sentir una serie de punzadas cada vez mas profundas y dolorosas, pareció estremecerse y un temblor que llego hasta la abisal capa de el, hizo que en segundos se agitara con tal violencia que una ola gigante se fue levantando como un Titan marino. Los causantes del daño a su amor pudieron escapar del devastador golpe no así las bigas de hierro y madera que habían sido clavadas por toda la cumbre . Lo que se quisiera construir nunca se supo ya que después de varios intentos llegaron a la conclusión de que esa tierra estaba hechizada. Jamas consentiría que nada pudiese alterar su forma.

¿Donde se encuentran estos eternos amantes?
 Hay historias que se crean ellas mismas..por que están vivas ..por que no tienen tiempo.. por que desde siempre palpitan.


domingo, 10 de enero de 2016

DE ESENCIAS Y AFECTOS




























Los afectos fluyen por nuestro interior como moléculas olorosas de esencias, despertando sensaciones, estados que transforman el alma .
Los afectos...esos pequeños duendecillos , hacen que nuestras emociones intenten sobrevivir a todas sus reacciones.
Damos nuestro afecto desprendiéndolo de todo nuestro ser como el aroma de Madre Selva, generando amor y confianza.
Nuestros ánimos buscan calma intentando transformarse en una simbiosis de Lavanda y Vainilla.
Las inseguridades, latentes en nuestras profundidades causadas por los afectos no recibidos, intentan emerger como generales que dictan el combate entre nuestra debilidad y nuestra fortaleza, desplegándose a su vez esencias de Ámbar despertando nuestra fuerza interior.
En la alegría de la reciprocidad , cuando se nos corresponde, nos envuelve un manto de Lima llenándonos de lozana frescura .
En las nieblas de la memoria, quisiéramos perder lo que nos daña sintiéndonos adormecidos sobre Láudano, impasibles ante el amenazador miedo.
Los ánimos fluctúan cuando los afectos se descontrolan y nos convierten en marionetas de sentimientos e intentamos mantenernos en el equilibrio del Hinojo.
Sin darnos cuenta, caemos en la negrura del odio y del rencor hacia lo que amamos por no reflejar lo que queremos ver, pero ese mismo amor es el que nos tiende manos de Sándalo llenas de perdón hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Tenemos que descubrir nuestro Samsara, llenarnos de armonía y trabajar nuestro interior hasta desprender esencia de Los Siete Poderes y alcanzar la paz.