domingo, 21 de julio de 2019

CORAZÓN DE PERRO



¡¡TOLÒN TOLÓN TOLÓN!!
¡ BUAAAA BUAAAA BUAAA!!

!! La campana de la iglesia tañó con alegría a la vez que un llanto de nueva vida llenaba el cielo del pueblo . La algarabía reinaba en el lugar, vecinos y parientes pasaban a la casa de la recién nacida para felicitar y colmar de regalos al nuevo ser. -¡ Que preciosa!.
-Se parece al padre. -Tú crees?, yo le encuentro más parecido a su madre....
Un sinfín de halagos y bendiciones se derramaban en el hogar de los Levenn.
-¿Como la llamareis?, preguntó a los nuevos padres la más anciana del lugar .
Oty y Merly se miraron y al unisono dijeron “Iris” .
Todo el mundo presa de la alegría y emoción del acontecimiento ignoraba lo que había estado pasando desde que el primer llanto de Iris rompió la monotonía de los perros del lugar y de más allá.
Pluto, Sherpa y Sugar dejaron de corretear unos detrás de los otros , pararon de repente. Coco que se entretenía chapoteando en el rio , se espatarro en el agua.
 Rous que estaba lamiéndose una patita saltó para ponerse derecha, el grandullón de Ares abandonó su postura de descanso y lentamente se incorporó uniéndose a la expectación que reinó entre ellos
Suspiraron por que como siempre Oreo se había alejado de ellos en busca de aventura. Caminaron en silencio oliéndose los unos a los otros, se dirigían al pueblo. Cuando alcanzaron una ladera cercana a la casa de Iris, encontraron a Oreo sentado con la mirada fija en una de las ventanas de los Levenn. Ya estando juntos se lamieron mutuamente y empezaron a ladrar y aullar. Mientras todo esto sucedía  la pequeña Iris había dejado de llorar al oír los ladridos de los perros, ella no escuchaba las voces de los que a su alrededor estaban, ni tan siquiera la de sus padres...solo los sonidos de los perros que a modo de bienvenida saludaban a la niña. Tanto en ese pueblo como en muchiiiisimos sitios del mundo los perros habían servido para guardar la casa atados fuera o con el ganado. Pero ellos empezaron a desarrollar un sentimiento hacia los humanos que iba más allá de la pura obediencia y servilismo. Querían sentirse parte de sus familias intentando invitarles a jugar con ellos, lamerlos para recibir caricias, introducirse en las casas para acurrucarse junto a sus dueños.
Pero el humano los había rechazado categóricamente, solo estaban para guardar y poco más.
La raza peludina se había sentido tan abandonada y frustrada que decidió vivir a las afueras de los pueblos, sobreviviendo gracias a su amiga naturaleza.
Los padres de Iris y sus vecinos empezaban a inquietarse de tanto ladrido repentino,
-¿Pero que es pasa a esos perros, hacia mucho tiempo que no ladraban con esa intensidad.
-¿No se estarán revelando y quieren atacarnos por no aceptarlos en nuestras casas?.
Decidieron hacer una reunión comunal. Una tarde después de que todos terminasen sus labores incluidos los padres de la pequeña que se la llevaron consigo, fueron a la plaza para ver que se podía hacer al respecto ya que no podían dormir con tanto ladrido. Siguiendo el turno de palabra todos habían dicho algo..pero nada interesante, nada útil..
Llegaron a la conclusión de que echarían a los perros muy lejos.
Ante tanto desatino y barbarie nadie se había cerciorado de que los perros habían estado llegando a la plaza, no solo los del pueblo si no los de los alrededores, los de otras comarcas.Muchos eran los que se sentaban cerca de los humanos. Escuchaban mientras sus facciones se iban tornando más tristes, sus colas caían en el suelo como derrotadas. Un balbuceo risueño se fue haciendo cada vez más fuerte hasta que todos lo escucharon y dejaron de hablar.
Iris estiraba sus bracitos hacia todos lados, sus padres al darse cuenta de que estaban rodeados de cientos de perros se estremecieron de miedo e intentaron proteger a la pequeña.
Todos empezaron a tirar piedras y palos a los pobres animales,les gritaban para ahuyentarlos.
Un llanto más fuerte que cualquier otro sonido casi ensordece a todos los humanos. Iris lloraba sin consuelo, ni siquiera su madre pudo acallar el dolor que salia de la boca de su hija. Ares EL GRANDULLÓN se abalanzó hacia Iris que de pronto dejo de llorar, cubriendo el pequeño
cuerpecito con el suyo. Presa del pánico todos se abalanzaron sobre Ares, pero antes de que nadie llegara una gran rama caía sobre él dejándolo casi sin sentido. Mientras los humanos habían estado intentando librarse de los perros el gran Ares había escuchado el crack de la rama que estaba sobre Iris, solo había querido protegerla.
Ares se retiró muy despacio del pequeño cuerpecito, se habia quedado dormida.
Poco a poco todos los perrines se fueron acercando mientras ella entreabría los ojitos. Con sus pequeñas manitas empezó a tocarlos ., les metía en dedo en la nariz, en la oreja . Acariciaba las cabecitas. Todas las colas crearon un remolino de aire con sus movimientos.
Ese remolino estaba cargado de mensajes invisibles al ojo humano pero que todos los perros del mundo, todos los animales del mundo pudieron leer. “ ELLA ES IRIS,CORAZÓN DE PERRO”
Sabían lo que querían decir esas palabras, esa niña consiguió que los humanos entendiesen y respetasen a otras razas, empezando por los perros.
Ella enseñó a los humanos que todas las razas son iguales y que gracias a eso la Naturaleza encontraría su equilibrio.
Ella cambió el sentimiento humano se superioridad por empatía.