Desde hace mucho..mucho tiempo, las
nubes vienen contando una leyenda tan antigua como ellas, sobre una
niña y un libro.
Elba (la que viene de las montañas),
nació una tarde en la que el viento Umago ( viento del norte) había
estado soplando con fuerza el el pueblo de Avissén. Tras el primer
llanto de Elba ,el viento se fue calmando hasta convertirse en una
suave brisa fresca..
Los aldeanos fueron a dar la bienvenida
a la pequeña,. Una preciosa niña muy despierta los recibió en su
cunita de madrera tallada, lejos de asustarse ante tantas personas
Elba esbozo una graciosa sonrisa al mismo tiempo que se movía como
queriendo alcanzarlos, una agradable sensación los lleno por
completo a todos y tras saludar a los afortunados padres, se fueron a
sus casas comentando lo especial que parecía la niña.
El tiempo discurría en la aldea de
Avissén y Elba crecía feliz. Una de las veces en las que su madre
había ido a la tienda de Moses para comprar ,la pequeña dirigió
sus pequeños pasitos a una mesa donde había cajas con lapices de
colores, haciendo una señal sonora pues aun no había aprendido a
hablar le indico a su mama que los quería. Al día siguiente sus
padres descubrieron a Elba en el suelo pintando con los lapices, eran
manchas con bonitas formas de varios colores. Tras el momento de
sorpresa se miraron y decidieron que ya
era hora de enseñarla a escribir. A medida que la niña aprendía
las letras , también aprendió a hablar.
Elba seguía creciendo , bonita,
alegre, dulce, y todo el mundo la quería, se sentían bien a su
lado. Por alguna extraña razón esa pequeña les transmitía cosas
buenas.
Una noche estando todos durmiendo,
sonaron las campanas del pueblo, anunciaban que el viejo herrero
había fallecido. Todos los vecinos, apesadumbrados, fueron a
consolar a la anciana viuda que abatida por el dolor no cesaba de
llorar. Recibía con agradecimiento a las personas que se acercaban a
consolarla y a medida que pasaba el tiempo , su cara se fue llenando
de tranquilidad, de aceptación, el llanto se suavizo y poco a poco
se tranquilizó.
Cuando los padre de Elba llegaron a
casa, la encontraron escribiendo en un cuaderno, sobre la mesa de
la cocina , los miro sonriente y pregunto:
- ¿Cómo esta la señora Delia? -
mientras dejaba de escribir..
-Se ha quedado adormecida, esta
tranquila . Pero hija , ¿por qué estas despierta y que haces
escribiendo a estas horas?.- preguntó su madre.
-No se mami, de repente sentí que
tenia que escribir , escribir cosas bonitas para que la señora
Delia estuviese menos triste-.
-Corazón, eso es muy bonito- dijo su
madre mientras se inclinaba a leer lo que la niña había escrito.
El asombro inundo sus ojos haciendo que se abriesen mucho mas y tras
leer el papel se lo acercó a su marido para que lo leyese también.
Ambos se miraron. Lo que había escrito con letras infantiles eran
hermosas palabras de consuelo, que hacían sentir paz y sosiego ,
conseguían mitigar cualquier dolor.
Desde ese día, Elba escribió
palabras de amor y cariño a las personas que se sentían
desdichadas por este u otro motivo, palabras que hacían mas
llevadero el dolor, la pena. Cuando se enteraba de que alguien sufría
, plasmaba en palabras todo el amor que sentía para que su pesar no
fuese tan grande.
Durante muchos años, fue escribiendo y
escribiendo, el libro crecía lleno de bondad y buenos deseos, hasta
que un día el viejo corazón de Elba le habló así :
-Querida mía, ya es hora de marchar,
todo esta escrito y escrito quedará.
La anciana-niña se quedo dormida en
su mecedora. Todo el mundo sintió que ella partía y cuando la pena
comenzó a a apoderarse de ellos vieron como por su ventana salían
volando letras. Eran las bellas palabras que Elba había escrito a lo
largo de los años , se estaban desprendiendo del libro y subían,
subían hacia las nubes... las nubes de todo el mundo. Y ahí
siguen...para todos.